Por: Frank Pacheco
Protestas, piedras, tiros y bombas. Todo ocurre en Cotuí, provincia Sánchez Ramírez.
La minera Barrick Gold construye una presa de cola y los comunitarios que allí residen denuncian maltratos y presiones de la multinacional.
Mientras el precio actual de las plantas de cacao ronda los RD$8,000, Barrick ofrece entre RD$700 y RD$2,000 a los productores.
Se trata de su medio de vida, de subsistencia. Por otro lado, la minera les ofrece una vivienda sin tierras para continuar con sus cultivos.
En muchos casos, las viviendas ofrecidas, son inferiores en tamaño y precio a las que poseen actualmente, algunas de las cuales incluyen negocios que sostienen a sus familias.
A esto se le suman denuncias de contaminación y asedio por parte de la minera.
Sobre el tema, el ministro de Energía y Minas se despacha diciendo que el país pierde millones con el retraso en la construcción de la Presa.
Pareció más el vocero de la minera que el representante del pueblo a través del Gobierno.
A todas luces, el reclamo de la comunidad es justo. Defienden sus derechos ante una multinacional más que cuestionada.
Recordemos el contrato 97/3, las denuncias de contaminación y la intentona de hacer una presa de cola en Monte Plata, con la que contaminaría al menos media docena de ríos.
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