«El nuevo paradigma de las mujeres en República Dominicana: ¿Adiós al modelo tradicional?»

«El nuevo paradigma de las mujeres en República Dominicana: ¿Adiós al modelo tradicional?»
Ingrid Abreu, Periodista y activista social.

Por :Ingrid Abreu
Periodista y activista social

En la República Dominicana, un cambio silencioso pero significativo se está gestando en el tejido social. Cada vez más mujeres, de diferentes edades y contextos, están rompiendo con el modelo tradicional que las vinculaba al rol de esposas y madres dependientes de sus parejas. Este fenómeno, impulsado por una mezcla de factores económicos, sociales, culturales y religiosos, está planteando preguntas fundamentales sobre el futuro de la familia, el amor y los valores tradicionales.

El rechazo al yugo masculino

Una encuesta reciente del Observatorio de Igualdad de Género en el Caribe reveló que un 45% de las mujeres dominicanas entre 20 y 40 años consideran que el matrimonio o la convivencia con una pareja no son indispensables para alcanzar la felicidad. En este grupo, las mujeres solteras y divorciadas alzan sus voces con fuerza, afirmando que prefieren su libertad antes que estar atadas a relaciones que muchas veces implican abuso, control o falta de apoyo emocional.

«Ya no queremos ser las sombras de los hombres. Nos hemos dado cuenta de que podemos ser madres, profesionales y humanas plenas sin depender de una pareja», afirma Estefanía Martínez, de 32 años, una abogada que decidió no casarse ni tener hijos.

Las jóvenes y el rechazo al compromiso

En las generaciones más jóvenes, el compromiso parece perder fuerza. Muchas adolescentes y jóvenes adultas ven en las relaciones una limitación para sus sueños personales y profesionales. Ana Sofía Guzmán, una estudiante universitaria de 21 años, lo expresa así: «Nos han dicho que el amor todo lo puede, pero en realidad no quiero depender de nadie ni poner en pausa mis metas por estar en una relación.»

Este pensamiento contrasta con el ideal de generaciones pasadas, donde formar una familia era visto como el máximo logro en la vida de una mujer.

El impacto de la violencia de género en las decisiones femeninas

La violencia de género ha jugado un papel crucial en la decisión de muchas mujeres de alejarse de relaciones comprometidas. Según datos de la Procuraduría General de la República, entre enero y agosto de 2024 se registraron 40,533 casos de violencia de género e intrafamiliar en el país. De estos, 13,667 fueron específicamente violencia de género, con 5,067 casos físicos y el resto verbales o psicológicos .

Además, informes del Centro de Investigación de Políticas Públicas indican que entre 2015 y 2021 se reportó un promedio anual de 67,698 casos de violencia de género y doméstica, sumando un total de 473,884 casos en siete años .

Esta realidad ha llevado a muchas mujeres a cuestionar la viabilidad y seguridad de las relaciones de pareja tradicionales. «Preferimos estar solas que exponernos a situaciones de maltrato. Nuestra paz y bienestar son lo primero», comenta Laura Pérez, una docente de 29 años que decidió no buscar una relación sentimental.

El impacto en los hombres y la familia

El declive en los matrimonios y la preferencia por la soltería están desafiando el concepto tradicional de familia. Algunos hombres sienten que están siendo desplazados o que su papel está siendo desdibujado. «No sabemos cómo encajar en esta nueva realidad. La sociedad nos crió como proveedores y protectores, pero ahora parece que no se nos necesita», confiesa Luis Peña, un empresario divorciado.

Además, muchas familias monoparentales están enfrentando retos económicos y sociales. Los hijos de estas familias crecen en un ambiente donde los roles de género tradicionales se están diluyendo, lo que podría dar forma a una sociedad más igualitaria pero también más fragmentada.

La Biblia y el amor en debate

En un país donde la religión cristiana tiene una fuerte influencia, esta tendencia genera un debate moral. La Biblia habla del matrimonio como una unión sagrada: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne» (Génesis 2:24).

Sin embargo, algunas mujeres interpretan estos pasajes desde una perspectiva más moderna. «El amor debe ser libre, no una obligación. Creo en Dios, pero no creo que Él quiera que vivamos sometidas o infelices», argumenta María del Carmen Rosario, una psicóloga y madre soltera.

Los líderes religiosos, por su parte, advierten sobre los peligros de alejarse de los principios bíblicos. «La familia es el núcleo de la sociedad. Si destruimos ese núcleo, enfrentaremos una crisis moral y espiritual», asegura el pastor Carlos Núñez, quien lidera una comunidad cristiana en Santo Domingo.

¿Hacia dónde vamos?

El camino hacia una sociedad donde las mujeres sean dueñas absolutas de sus decisiones y su destino está lejos de ser sencillo. Si bien este cambio ofrece oportunidades de igualdad y empoderamiento, también plantea interrogantes sobre el futuro del amor, la convivencia y la familia en su concepto tradicional.

La República Dominicana se encuentra en una encrucijada histórica. El desafío será encontrar un equilibrio entre la libertad individual y la construcción de relaciones y familias que fortalezcan el tejido social sin sacrificar los avances en igualdad de género.

El debate está abierto, y las respuestas dependerán de cómo las generaciones presentes y futuras interpreten el amor, los compromisos y su relación con Dios.

Comentarios

No hay comentarios aún. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *